Alta Calidad en los congresos
Las asociaciones se preocupan cada vez más por su imagen y por tanto, se preocupan por la alta calidad de sus congresos no sólo en cuanto a contenido científico.
Mercado corporativo
El mercado corporativo es relativamente sencillo en su estructura: un cliente, una agencia y unos asistentes. El congresual es más complejo: una asociación organiza, invita a sus miembros, pero intervienen también sponsors, expositores, prensa, además de las instituciones públicas, a menudo implicadas por la relevancia pública del congreso. Está el congreso en sí, pero también los múltiples eventos sociales, y todo se interrelaciona. Un juego a muchas bandas.
El congreso es muy complejo ya que supone la gestión de un sinfín de operaciones y excepciones con gran número de participantes, y la necesidad de un trato humano siempre impecable. Condiciones y reservas de hoteles, transfers, traducciones, audiovisuales, gestión de ponentes, sponsors, zona de exposición, documentación, programa social, etc. Ninguno de estos componentes es excesivamente complejo en sí, pero cuando tenemos 15 hoteles, 50 transfers, 4 idiomas, 30 expositores, 1000 asistentes y 20 periodistas, la exigencia de capacidad de organización, de gestión informática y técnica, de coordinación de equipo, de standardización pero también de excepciones, se vuelve muy compleja.
Y quizás el más complejo de todos: el trato humano debe ser impecable, al margen de la multiplicidad de contactos. Las relaciones humanas son primordiales para el éxito del congreso.
Hay que destacar que en este caso la creatividad tiene muy poca cabida. Por la cultura de las asociaciones, por el objetivo del congreso y por los límites del código deontológico en el sector farmaceutico, el ser creativo es un esfuerzo respetable, pero muy limitado.
La tendencia actual es a congresos más cortos y más especializados, es decir, más eventos más pequeños.
Objetivo
El objetivo de los congresos, a diferencia de otros eventos, es ante todo formativo y la oportunidad de networking entre profesionales.
Por ello no pueden competir en glamour ni son tan creativos, pero son de una complejidad que poco tiene que envidiar el evento corporativo.
Hay una tendencia a la profesionalización de las asociaciones. La competencia ha llegado al sector y sus prioridades se han acercado a las de las empresas: generar recursos económicos y satisfacer a unos “clientes” ( los miembros de la asociación ) cada vez más exigentes. Las asociaciones quieren crecer, generar recursos para programas de formación, para sus publicaciones, para hacer estudios de mercado…funcionan cada vez más siguiendo reglas empresariales.
En esta línea, Congresos y eventos ya representan el 32 % de los ingresos de las asociaciones, resultado de una percepción cada vez más económica de los eventos.
En cuanto al objetivo de satisfacción de los asistentes, las presiones de tiempo y la cada vez mayor exigencia profesional hace que los miembros ya no formen parte de su asociación siguiendo una línea romántica de corporativismo, sino que buscan formación profesional y networking.
Por ello, las asociaciones se preocupan cada vez más por su imagen y por tanto, se preocupan por la alta calidad de sus congresos no sólo en cuanto a contenido científico. Tienen objetivos financieros y de captación y retención de miembros que les hacen fijar objetivos ambiciosos para los congresos.